¿Cómo se conserva la trufa? Consejos de manejo

La Trufa es un producto muy aromático y volátil, por lo que estas características condicionan tanto su conservación como su utilización.

Para conservarlas en fresco debemos envolverlas en papel de una en una, y mantenerlas en un taper hermético en cámara frigorífica. Así podrían conservarse más de un mes; sin embargo lo conveniente es que no superen una semana.

Para conservación a más largo tiempo lo ideal es congelar en bolsa de vacío.

Al conservar en coñac o licores, el sabor de la trufa quedara adulterado y lo que si obtendremos es un coñac con licor trufado.

En arroz o miel el producto quedara aromatizado pero la trufa quedara sumida. Por lo que no podemos pensar que es un método de conservación.

Mantener en recipiente cerrado huevos con trufas para obtener unos buenos huevos trufados. Lo que gana el huevo lo pierde la trufa.

La trufa laminada en aceite de oliva suave, se conserva durante unos días. Para obtener un buen aceite de trufa no tener la trufa más de un día. A medida que pasan los días el aceite manifestara un sabor y olor a gas.

La trufa manifiesta muy bien en medios grasos, huevo, patata…

A la hora de usarla en un plato, hay que tener en cuenta usarla a última hora dada su volatilidad.

Las temperaturas de cocción de entre 40ºC y 45ºC, son las temperaturas aconsejables.

Las mejores trufas suelen ser las de final de temporada cuando más frio hace y más maduras están.

Carlos de Pablo – Restaurante Casa Vallecas